Este nuevo escenario se enmarca en el proceso de revinculación entre Icardi y sus hijas, luego de casi ocho meses sin contacto significativo. El viernes 28 de junio la situación derivó en un fuerte operativo en el departamento de Wanda Nara en el Chateau Libertador. El episodio, que se extendió por más de diez horas, incluyó la presencia de efectivos policiales, personal del SAME y una psicóloga. Finalmente, pasadas las 21, el futbolista se retiró del edificio con las niñas, en cumplimiento de una orden judicial.

Pese a la tensión del episodio, el reencuentro entre Icardi y sus hijas se desarrolló bajo monitoreo judicial. De acuerdo con la información publicada por de Brito, durante el fin de semana compartieron actividades, juegos y videollamadas con Wanda. “Las nenas recibieron miles de regalos, los abrieron, jugaron, ordenaron placares. Los tres acomodaron cosas en la habitación. Las nenas necesitaban tiempo con su papá, que se va de viaje pronto”, escribió el conductor de LAM (América). Y agregó que durante esa estadía también se verificó desde la Justicia el desarrollo de los encuentros mediante intervenciones puntuales.

Uno de los detalles que generó mayor revuelo fue la presencia de la China en la casa donde Icardi comparte tiempo con las niñas. Según explicó el periodista, la actriz fue notificada por la Justicia tras haber sido vista almorzando en la “mansión de los sueños”, la propiedad donde se aloja el futbolista. Como resultado de esa intervención, su visita se limitó a menos de una hora, en línea con el pedido judicial de que el proceso de revinculación fuese “paulatino” y progresivo, y en el que le pidieron “colaboración” a la actriz.

El domingo, Suárez regresó brevemente al domicilio de su novio y, de acuerdo a lo informado, todo transcurrió con normalidad. Mauro le envió a Wanda fotos y videos del encuentro, y se realizaron las llamadas con la madre y con el Ministerio Público como estaba estipulado. “La Justicia no felicitó a nadie. No es una maestra. Es una institución que cumple dictámenes y se maneja por protocolos”, aclararon desde los canales oficiales tras algunas versiones que circularon respecto de una supuesta aprobación al accionar del futbolista y su novia.

La información de este nuevo movimiento familiar se da en medio de un escenario judicial todavía abierto, y mientras se reorganizan las rutinas personales y laborales tanto de Wanda como de Mauro.

En el caso de Suárez, su radicación en Turquía marcaría el inicio de una etapa de convivencia formal con el futbolista, en un país que ya visitaron en anteriores oportunidades. Mientras tanto, la atención pública se mantiene centrada en el impacto de esta mudanza sobre la dinámica familiar ensamblada y en cómo continuará la situación legal en torno a la custodia y los regímenes de comunicación con las hijas del delantero del Galatasaray.