La Nación: Billetes en mano: la dolarización en la previa electoral fue casi el doble que en otras votaciones de medio término
26/10/2025
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En los primeros ocho meses del año, hubo un desarme de posiciones en pesos superior a los US$17.400 millones, comparable con una elección presidencial
Los argentinos llegan a las elecciones legislativas hiperdolarizados. Aunque teñir de verde la billetera antes de una votación está impregnado en el ADN local, a sabiendas de que el resultado puede hacer tambalear el plan económico de cualquier gobierno, este año se dio la particularidad de que los ahorristas ya no tenían un cepo cambiario que les impidiera acceder a la moneda estadounidense. Tanto es así, que la cantidad de dólares en mano de privados es casi el doble que el promedio que hubo durante las elecciones legislativas que se hicieron desde 2003.En los primeros ocho meses del año, último dato disponible, hubo un desarme de posiciones en pesos superior a los US$17.400 millones, según el Informe de Evolución del Mercado de Cambios del Banco Central (BCRA). Desde la sociedad de bolsa GMA Capital lo dimensionaron: casi duplica el comportamiento promedio que se dio en los años en los que se votaron legisladores (el promedio es de US$9974 millones) e incluso supera en un 14% a los períodos de comicios presidenciales (el promedio es de US$15.311 millones). La opinión de uno de los economistas más escuchados: “Este no es un dólar de equilibrio”“Este escenario tuvo como telón de fondo el recrudecimiento de la búsqueda de cobertura. Pero no hablamos de los típicos movimientos de comicios legislativos. La intensidad de la salida del peso fue comparable con elecciones ejecutivas en las que un fin de ciclo estaba en juego”, comparó Nery Persichini, economista de GMA Capital.La salida del cepo cambiario a mediados de abril explica gran parte de este comportamiento. De hecho, en los años de restricciones sobre el tipo de cambio los argentinos se dolarizaron en promedio unos US$5214 millones. En cambio, en momentos de libertad para acceder a la divisa estadounidense, ese promedio ascendió a US$17.949 millones. Este dato también lo tomaron desde la consultora económica Quantum Finanzas, que señaló que la Formación de Activos Externos Netos por residentes en el balance cambiario promedió compras netas de billetes y monedas por US$3600 millones mensuales. Esa cifra contempla todo: depósitos en bancos locales, compras hechas en el exterior y también atesoramiento de divisas.“La magnitud de la dolarización es alta, pero no toca picos de otros momentos, cuando un cambio en la percepción por la posibilidad de un cambio de signo político era un componente fuerte. Tampoco hay excedentes monetarios como en otros momentos para que la demanda sea tan fuerte. El proceso de dolarización es significativo. La demanda de dólares para atesoramiento del sector privado desde abril, cuando se levantan las restricciones a las personas, supera los US$18.000 millones (más del 40% del M2). La diferencia con otros episodios es que los dólares quedan en su mayoría depositados en los bancos. Un síntoma de dolarización precautoria, pero dentro de un contexto de confianza de instituciones”, profundizó Fernando Baer, economista de Quantum Finanzas.Oferta a sobre cerrado y reuniones de ocho horas: así se define la venta de CarrefourEsto mismo apuntó Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis macroeconómicos de Equilibra, quien resaltó que la compra de dólares —sobre todo por parte de personas, ya que las empresas todavía tienen restricciones en el mercado— supera a la que hubo durante las presidenciales de 2019. Pero la gran diferencia es que en esta ocasión no estuvo acompañado por un retiro de los depósitos en dólares. “Por más que hay dolarización, no hay miedo en el sistema bancario. Entonces, buena parte de los dólares que se compran terminan depositados en el sistema financiero local, lo que explica que los depósitos estén arriba de los US$35.000 millones. Pero también hay que tener en cuenta que, hasta hace poco, la compra de divisas por parte de particulares también era un mecanismo para contener o reducir la brecha, porque compraban oficiales y vendían al financiero. Este rulo se cortó hace algunas semanas, pero si bien hubo una dolarización general, también estuvieron los arbitrajes”, recordó. Sin embargo, en un escenario de competencia de monedas como el que busca implementar el Gobierno, el peso argentino sería el perdedor. El agregado monetario M2 en pesos mostró una disminución real del 4,9% entre el 6 de agosto y el 8 de octubre. En el mismo período, el circulante en poder de la gente cayó 4,3% en términos reales y el componente transaccional —que incluye cuentas corrientes y cajas de ahorro— cayó 5% en términos reales.“Hemos calculado que la demanda de cobertura en los últimos tres meses es equivalente a más de 40 puntos porcentuales de M2, que es la circulación monetaria, lo cual es una cantidad desproporcionada. Y el único que puede proveer ese tipo de cobertura es el Gobierno”, comentó el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, durante su paso por Washington. Caputo dijo que está cómodo con el valor del dólar y confirmó una nueva intervención del Tesoro de Estados UnidosEsto explica la batalla que está teniendo el Gobierno para poder mantener el tipo de cambio controlado de cara a la votación de hoy. Desde mediados de abril existen unas bandas de flotación, que contemplaba hasta este viernes un piso en $937,39 y un techo de $1492,55. Hasta el momento, solo cuatro veces se testeó la banda: a finales de septiembre eso obligó al Banco Central a vender US$1110 millones de reservas en tres ruedas; mientras que el martes pasado tuvo que desprenderse de otros US$45,5 millones.Sin embargo, por más de que el dólar flota “libremente”, también hubo otros condimentos que permitieron no alcanzar el techo. Tras las intervenciones de septiembre, el Gobierno anunció una ventana de retenciones cero para el campo, que se agotó más rápido de lo previsto. Entre tanto, con esas divisas, el Tesoro argentino las volvió a volcar discrecionalmente en el mercado de cambios. Y cuando ese “poder de fuego” se agotaba, apareció la ayuda del Tesoro de Estados Unidos, que habría volcado ya entre US$1800 y US$2000 millones en el mercado de cambios argentino. “Se redujo la oferta privada en el mercado, sobre todo después de la liquidación excepcional del agro sin retenciones, obviamente a la espera de novedades cambiarias. El Gobierno pudo transitoriamente morigerar ese efecto, pero al mismo tiempo la demanda en formación de activos externos es muy alta. Eso explica por qué primero se usaron los dólares del Tesoro argentino, incluso antes de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Después vino la venta del BCRA y más tarde el anuncio de Bessent calmó un poco las aguas, pero el dólar volvió a subir y el Tesoro americano empezó a vender”, resumió Sigaut Gravina. Los datos continúan, lo que da cuenta de la dimensión del fenómeno. A los más de US$17.000 millones de compra de dólares hasta agosto (que los analistas apuntan que probablemente se aceleró en los últimos dos meses), se les suman los casi US$7000 millones de posición vendedora neta que tiene el Banco Central en futuros, además de que se estima que se colocó una suma semejante en bonos ajustables por el valor del dólar oficial (dollar-linked).Bessent apuntó contra una senadora demócrata con una imagen inspirada en EvitaLos argentinos son memoriosos. La experiencia dice que el resultado de las elecciones puede derivar en una crisis financiera y prueba de eso fueron las elecciones en la provincia de Buenos Aires, que provocaron una volatilidad pocas veces vista en el mercado argentino. “En este caso, el fenómeno se asocia a la posibilidad de dolarizarse libremente, a la expectativa de un salto devaluatorio posterior a las elecciones y a la libre movilidad dentro de las bandas. Que el tipo de cambio mayorista vaya al techo convalida esa expectativa", sumó Baer. De hecho, la semana pasada se conoció el Índice de Confianza Social en la Moneda, elaborado por la UNSAM, un informe que busca ahondar en cómo percibe la ciudadanía al peso y qué efectos provoca en la vida económica y social. El resultado reveló que el 41% de los argentinos no considera que el Gobierno pueda estabilizar la moneda local, aunque otro 36% se mostró más bien optimista. Mientras tanto, el mercado pone en duda la continuidad de las bandas cambiarias más allá de octubre, en momentos en los que el oficial cerró el viernes a centavos del techo y los financieros alcanzaron los $1550. Pero el Gobierno se encargó de repetir una y otra vez que el esquema seguirá vigente. “No cambia absolutamente nada”, dijo el jueves pasado el ministro de Economía, Luis Caputo, en un intento por llevar calma a los inversores.“El Banco Central tiene nuevamente reservas netas negativas por más de US$10.000 millones, igual que las que recibió Milei del gobierno anterior. El Tesoro se quedó sin dólares, con un riesgo país que está en cuatro dígitos, lo que significa que no hay acceso a financiamiento externo alto. Mientras tanto, el perfil de vencimientos de deuda en moneda dura, sobre todo para Banco Central y Nación, crece con el tiempo. En ese escenario, además de no poder acumular reservas porque estás en el techo de la banda, hay mucha incertidumbre y están todos los agentes esperando que cambie el esquema monetario cambiario después de las elecciones”, cerró Sigaut Gravina.
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