El presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, Lisandro Culasso, le explicó a Tranquera Abierta que “decidimos avanzar con esto porque entendemos que vivimos un momento excepcional en el que los productores tenemos a los cerdos en la granjas y la gente está atravesando un momento muy difícil en el que un alimento como la carne porcina a un precio como el que sugerimos permitiría a muchos sectores enriquecer la dieta a bajo costo”, remarcó el productor de Monte Buey, en el departamento Marcos Juárez.
La propuesta fue presentada ante los funcionarios hace dos semanas y espera una respuesta. Los cortes ofrecidos son los provenientes del cuarto trasero y del delantero que habitualmente tienen destino de industria de fiambres o exportaciones y que por los efectos de la pandemia, se quedaron sin mercado. Además de los países de destino, el cierre de hoteles y restaurantes en todo el país deprimió fuerte esa demanda.
“La idea surge a partir de la cuarentena. Nosotros veníamos trabajando bien y colocando toda nuestra producción y a un muy buen precio. Y si bien pudimos seguir trabajando, tuvimos semanas con problemas operativos, las plantas no procesaban, hubo varias semanas con feriado que nos quitó capacidad de faena y los animales comenzaron a acumularse”, agregó el directivo cordobés.
Culasso remarcó que “todas las semanas tienen que salir los cerdos, no se pueden almacenar. Y cuando pasó eso durante dos o tres semanas se complicó. Se generó un stock de animales en granja y además se cayeron algunos canales comerciales”, enfatizó.
El dirigente señaló además que “ciertos cortes que no iban a carne fresca, sino que se iba a la industria para los fiambres, que es un sector muy golpeado, quedaron disponibles en la industria. Por eso los ofrecemos como carne fresca para que el consumidor pueda adquirir producto de calidad a precio muy accesible y a su vez se da una solución al sector productivo al sacarlo de las cámaras, que son un problema”.
Los cortes que se están stockeando son los del cuarto delantero y trasero, paleta y jamón. Eso va generalmente a la industria del fiambre que está frenada. “La nalga, la cuadrada, que por ahí en el cerdo no son tan conocidos pero permiten muchas opciones para la cocina. Habitualmente en las carnicerías se venden los cortes del central, que es el pechito, la bondiola, el matambre, que es tradicional en el consumo argentino”, agregó Culasso.
De acuerdo a los datos de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, hoy la media res de cerdo la están bajando a $80 el kilo. La paleta y el jamón que son la mitad de la media res salen aproximadamente $100.“La oferta que se le hizo a las autoridades nacionales fue del capón a 65 pesos, de allí lo que debe llevar la industria y finalmente a cuánto debería presentarse al consumidor. La oferta se esima en 600 mil kilos de cerdo semanal. Eso implica entre 10 y 15 por ciento de la faena total, unos 15 mil animales. Hoy se faenan 80 mil por semana en el país”, detalló el presidente de la entidad.
¿Qué hace falta para que llegue al consumidor esa oferta?
Que la gente lo pida y que el Gobierno le diga a los supermercados que comiencen a ofrecerlo también porque el capón bajó y es un producto de calidad a un precio muy conveniente.
¿Es una oferta momentánea o piensan que se puede sostener?
La demanda del consumo interno no se va a arreglar de un mes para el otro. Las fábricas no se van a poner en marcha todas juntas y menos los hoteles y restaurantes. Es sostenible en el tiempo.
¿Qué pasa con los costos de los productores en este contexto?
Los costos para el sector mejoraron, teniendo en cuenta maíz y soja que cayeron un poco. Pero tenemos que vender porque de lo contrario no sirve de nada que mejoren los números de los costos. Eso da margen sí para poder bajar. El precio del capón en pié bajó entre 20 y 25 por ciento en los últimos meses. La idea no es ganar dinero con esta iniciativa, sino empatar, no perder, con los animales sin vender en las granjas y la gente coma más barato. Puntal