Una investigación militar interna reveló “fallas profesionales” y uso de fuego contra vehículos humanitarios, incluyendo ambulancias, un camión de bomberos y un móvil de la ONU. El informe exculpa a la cadena de mando y responsabiliza a un oficial menor. La ONU habla de posibles crímenes de guerra.
En ese contexto, la fuerza de Israel reconoció haber disparado contra ambulancias, un camión de bomberos y un vehículo de la ONU en Rafah, situación que atribuyeron a la “mala visibilidad” y al “estado mental” de sus tropas.
El informe preliminar, cuyos hallazgos serán remitidos a la Fiscalía Militar, describe tres ataques separados contra un convoy sanitario en el que se desplazaban miembros de la Media Luna Roja Palestina, la Defensa Civil de Gaza y personal de la ONU. Según la versión del Ejército, seis de los fallecidos eran combatientes de Hamas, afirmación que fue rechazada por las organizaciones afectadas.
Came mencionar que un portavoz militar israelí admitió que, inicialmente, se proporcionó información falsa al afirmar que los vehículos no tenían las luces de emergencia encendidas, algo que fue desmentido por un video grabado por un paramédico antes de morir.