Después de muchas idas y vueltas, pedidos de reuniones que nunca prosperaron y protocolos que cambiaron en reiteradas oportunidades, ayer se organizó una asamblea en la ruta 30 para resolver los pasos a seguir. Una semana antes, hubo un anticipo con una nota enviada al gobierno puntano que nunca tuvo respuesta. Allí se establecía un protocolo para poder ingresar directamente a los campos a trabajar y de los campos retornar a Córdoba.
Con esos antecedentes y el tiempo que se siguió acumulando, la asamblea ayer terminó impulsando el corte en el paso a Punilla con taludes de tierra que emulan los que existen en muchos pasos de ingreso a San Luis.
La intención es impedir que ingresen productos esenciales a esa provincia y de ese modo forzar una negociación que hasta aquí nunca se alcanzó.
En la previa a la asamblea, el gobierno puntano dio a conocer un comunicado de su Ministerio de Producción en el que llama a mantener el diálogo pero recuerda que su prioridad es la salud. También escribió allí que tiene el aval de un fallo judicial de la Justicia Federal de esa provincia para sostener el bloqueo en los ingresos. Aquel fallo había tenido como antecedente uno en contra de la decisión del gobierno puntano surgido del Juzgado Federal de Río Cuarto y por eso ese capítulo de la disputa está hoy en la Corte. Pero los productores insisten en que el tiempo corre y el momento de ingresar a San Luis para trabajar en la nueva campaña empieza a agotarse.
“El corte sigue hasta nuevo aviso porque ya estamos cansados de chocar contra una pared. A nadie le importa lo que nos pasa y se sigue violando un derecho constitucional sin ninguna razón”, se quejó uno de los organizadores ayer al momento de evaluar la medida. Si no hay respuestas, mañana cortarían también la 7, en Justo Daract.
Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal