Es muy
probable que todos hayamos experimentado sentimientos de ansiedad en respuesta a amenazas reales o percibidas
en un momento u otro, sin embargo, en su justa medida, la ansiedad como tal no
es del todo mala. Hoy día se ha popularizado mucho el hecho de eliminar
cualquier tipo de síntomas de ansiedad, sin tomar en cuenta que de por si
nuestro cuerpo está preparado para sentir ansiedad y autorregularse por sí
solo.
Por ejemplo, una persona puede experimentar un
mayor nivel de ansiedad los días previos
a un evento público, un examen, una mudanza, cambio de empleo, separaciones y
la lista puede seguir, ese tipo de ansiedad es una reacción completamente normal, ya que es la respuesta natural de tu
cuerpo al estrés o un cambio inminente.
¿Cómo una
persona pasa de tener niveles normales de ansiedad a uno donde se pierde el
control total de uno mismo?
Todo
empieza en las situaciones, vivencias o eventos traumáticos que han generado un
impacto emocional y que no se gestionó de la mejor manera por alguna razón o
por faltas de herramientas emocionales y por ende no se le dio la debida
atención y se van dejando de lado.
Cómo responde nuestro cerebro a la ansiedad
Nuestros
pensamientos pueden manifestarse como reacciones físicas, debidos a que
nuestros cuerpos, como consecuencia de la respuesta de huir o luchar, activan las hormonas del estrés en el
torrente sanguíneo, en el momento en que
están sujetos a cualquier tipo de ansiedad. Estas hormonas del estrés, si no se eliminan rápidamente,
pueden manifestarse en respuestas como
latidos cardíacos acelerados, dolores de cabeza, náuseas, sudoración, tensión muscular, tartamudeo y
temblores. Peor aún, con el tiempo y por
negligencia, también pueden debilitar el sistema inmunológico y dejarnos vulnerables a una serie de
enfermedades.
A continuación se
describen 7 formas en dónde la ansiedad puede presentarse:
● Pensamiento excesivo y pensamientos
obsesivos
● Falta de seguridad en sí mismo y
miedo al juicio
● Fobias y traumas
● Ansiedad social
● Desorden alimenticio
● Insomnio
Entonces, ¿qué puedes hacer para
controlar esos momentos en los que te sientas ansioso?
● Ejercicios de Respiración, para ello
es adecuado que lo hagas de la forma correcta que lo requiere el organismo para
su regulación
fisiológica y metabólica, esto es Inhala en en 2 segundos, retienes en 4 y
exhala en 9 segundos, lo vas hacer aproximadamente de 3 a 5 veces.
●
Visualiza en tu mente una
situación dónde te encuentres en bienestar y en seguridad y vas a repetir las
siguientes palabras: estoy bien, me siento seguro o segura y a salvo, todo está
bien en mi mundo.
●
Identifica el motivo por el
cual se desencadenó la ansiedad.
●
Escribe sobre cómo te
sientes, qué te llevó a sentirte así, y lo que estás haciendo en ese momento
para volver al aquí y al ahora.
●
Felicitate por todo lo que
estás haciendo para estar mejor cada día.
●
Piensa en que decisión
estás postergando y que crees que sería correcto tomar a fin de avanzar y los
beneficios de hacerlo.
●
En ocasiones es necesario acudir
a un especialista que te ayude con el proceso.
Es importante que todos aquellos que experimentan este
sentimiento sepan que no están solos y
que, al aceptarlo, también lo estarán superando.
Del mismo modo, es importante que los demás sepan que no deberían subestimar el dolor de las personas con
trastornos de ansiedad. Peor aún, no
deberían estigmatizar la situación
diciendo cosas como, “estás sobreactuando” o “eres tan TOC”, si no
tenemos nada que pueda construir o contener a la otra persona es mejor callar,
para no agudizar el dolor o malestar emocional que de por sí siente la persona
con ansiedad al no sentirse comprendida.