La campaña fina 2024/25 comenzó a tomar forma y tras el comienzo de la siembra de trigo, se sumó la cebada.
De acuerdo al último Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el momento se implantó el 3,4% de la superficie cebadera proyectada, que para este ciclo será de 1,3 millones de hectáreas.
class="inreadBox" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 20px 0px 0px; font-family: Arial, sans-serif; position: relative; clear: both; font-size: 16px;"> class="banner" style="box-sizing: border-box; margin: 0px auto 20px; padding: 0px; text-align: center;">Significa que hasta ahora se incorporaron unas 44.000 hectáreas, según los datos de la entidad porteña.
“Las labores de siembra avanzaron sobre todo en la región central, a partir de una buena disponibilidad de humedad superficial. En los núcleos cebaderos del sur también se avanzó, a partir de las óptimas condiciones hídricas”, indicó el PAS.
En el caso del trigo, advirtieron que la siembra comenzó con dos semanas de retraso. “Las demoras registradas en la cosecha gruesa y la presencia de lotes sin barbechar provocaron un desfasaje en el inicio de la siembra”, estimaron.
De este modo, el área sembrada de este cultivo es del 9,7% de las 6,2 millones de hectáreas proyectadas para este ciclo. A la fecha, este ritmo de avance es un 10,5% menor en comparación con el promedio de las últimas cinco campañas.
No obstante, si se compara con el año pasado, en donde las condiciones para la siembra fueron restrictivas a partir de estrés hídrico, se mantiene un adelanto de 3,4%.
Los datos de consultoras privadas ratifican esta tendencia, producto en los dos últimos meses, la relación de compra entre insumos y productos evidenció una sensible mejora.
De acuerdo a un relevamiento de la consultora AZ Group, para comprar una tonelada de urea se necesitan 2,2 toneladas de trigo. Hace dos meses, se necesitaban 3,8 toneladas.
En granos gruesos, la BCBA indicó que la cosecha de soja llegó al 86% de la superficie apta, mantuvo su estimación de producción de 50,5 millones de toneladas y señaló que, en la última semana, las labores se concentraron sobre el NEA, NOA y centro-este de Entre Ríos.
Por el lado de la soja de primera, los rindes fueron cercanos al promedio nacional, mientras que en el NEA se ubicaron en torno a los 17,9 qq/ha.
A su vez, en soja de segunda se trilló el 73,2% de las hectáreas disponibles, con rindes medios de 26 qq/ha. Esta performance es un 15,5% superior si se coteja con las campañas 2017/22.
En maíz, los productores aguardan por una reducción de humedad en el grano destinado a maíz comercial. Esto hizo que la cosecha avance a paso lento en parte del norte y centro del país, con un avance del 30,1%.
En este contexto, el rinde medio nacional se ubica en 80,5 qq/ha. En el caso del maíz tardío, el desempeño del cereal es más bajo, con un promedio de 58,2 qq/ha y las zonas más afectadas son el norte cordobés, centro de Santa Fe y Entre Ríos.
Pero más allá de estas circunstancias, no se modificaron las proyecciones de cosecha, que siguen en 46,5 millones de toneladas. Por Infocampo.