Con mejoras en el escenario climático y los precios internacionales, la campaña de trigo 2024/25 comenzó a tomar impulso positivo, luego de que a lo largo de abril la mayoría de las previsiones indicaran un escenario negativo para el cereal.
Luego de que en A Todo Trigo, tanto el Gobierno nacional como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires mejoraran sus pronósticos, ahora fue la Bolsa de Cereales de Córdoba la que se sumó a estos nuevos vientos que soplan para el cereal.
La entidad bursátil hace un mes dio a conocer su primera estimación de siembra, con un área de 809.000 hectáreas, la más baja en al menos 11 años en esa provincia.
Pero ahora se dio vuelta la tendencia y el cálculo se elevó a un millón de hectáreas; es decir, un 24% más que en el informe de marzo.
De esta manera, incluso, de cumplirse esta nueva proyección, significaría una mejora interanual del 3% y la baja contra el promedio histórico (la Bolsa comenzó sus mediciones en 2007/08 sería de solo 4%.
En estos 15 años, el mayor registro corresponde a la campaña 2019/20, con 1,6 millones de hectáreas.
“Las precipitaciones ocurridas durante abril, que superaron el promedio histórico en la mayoría de los departamentos, explicarían en parte el aumento en la intención de sembrar el cereal”, argumentaron.
Además de esta mejora en el área sembrada, la Bolsa cordobesa agregó otro dato que permite anticipar un buen volumen en los rindes. Según el laboratorio de semillas de la entidad, más del 94% de las muestras presentó un poder germinativo por encima del estándar del Instituto Nacional de Semillas (INASE).
En este panorama auspicioso, los colaboradores de la bolsa cordobesa advirtieron de todos modos que si bien las condiciones de humedad están dadas, los márgenes del cultivo aunque mejoraron, no alcanzan para incentivar de manera masiva la siembra.
El tema es que, con el maíz complicado por la chicharrita, el grueso de los productores optarían por una secuencia trigo-soja.
“Frente al contexto sanitario actual en relación al complejo de achaparramiento, se plantea como mejor opción una secuencia trigo-soja en reemplazo de maíz”, señalaron.
A la hora de medir cuáles son los motivos que impulsarán la siembra de trigo, en el relevamiento de la entidad el principal motivo fue la humedad inicial del perfil, con un 37%.
Con un 28% en ambos casos, los productores eligieron como razones de peso los pronósticos climáticos y el precio y rentabilidad esperado para este ciclo del cultivo. Finalmente, el 7% restante señaló factores como la necesidad de financiarse, la rotación y el precio de los fertilizantes.
“Definir el potencial de las semillas antes de la siembra es fundamental para asegurar un buen punto de partida para una producción exitosa”, prosiguieron desde Cördoba.
En este punto, remarcaron que durante su almacenamiento se produce un envejecimiento natural y las condiciones post cosecha pueden ocasionar disminuciones en la calidad fisiológica.
La semilla que los productores usarán en esta campaña atravesó en su planta madre un período crítico para la definición de rendimientos, bajo marcadas condiciones de estrés térmico por temperaturas extremas e hídrico por escasez de precipitaciones y bajas reservas de agua en el perfil.
Para evitar sorpresas, el laboratorio de semillas de la BCCBA analizó el poder germinativo de 149 muestras de trigo y con esa información se diagnosticó la calidad disponible para la campaña 2024/25.
La casi totalidad de las muestras (un 94%) presentó un poder germinativo superior al 85%, que es estándar fijado por el Inase.
Por Infocampo: NT Periodismo